domingo, 22 de mayo de 2011

Federico García Lorca (1899-1936)

Este poeta andaluz es quizás el escritor más conocido internacionalmente en español de este siglo. Fontevaqueros nacido en 1899, estudió y vivió en Granada de ese momento dramático de la historia europea era la guerra civil española. Durante la guerra fue denunciado republicano y anticlerical. El 19 de agosto de 1936 fue detenido y sumariamente fusilados por la Falange. En 1929 y 1934, Lorca viajó a Nueva York, fueron estos viajes que él nació "Poeta en Nueva York". En esta obra el poeta deja de cantar el dolor del presente en Andalucía "Romancero Gitano" para cantar el dolor de la humanidad. Esto se aproxima a la crisis de la mimesis poética finissecular Lorca y una representación de la Revolución Industrial, marcado por el binomio / positivismo. "Poeta en Nueva York, anteriormente equiparada con la poesía surrealista francesa, marca un cambio de estilo en la poesía de Lorca. El poeta abandona el verso corto para cambiar a los versos largos del verso y la regla métrica sin - su voz se vuelve tan grandioso y apocalíptica. El poeta ve la gran metrópoli de Nueva York, lo que refleja el progreso y la civilización, los ríos de sangre, la belleza terrible e inexplicable. El patetismo de la canción de Lorca direcciones para los pobres, los perseguidos, el negro, el animal sacrificado es la víctima de la experiencia humana y técnica.


Poema ALMA AUSENTE 

No te conoce el toro ni la higuera, 
ni caballos ni hormigas de tu casa. 
No te conoce tu recuerdo mudo 
porque te has muerto para siempre. 

No te conoce el lomo de la piedra, 
ni el raso negro donde te destrozas. 
No te conoce tu recuerdo mudo 
porque te has muerto para siempre. 

El otoño vendrá con caracolas, 
uva de niebla y montes agrupados, 
pero nadie querrá mirar tus ojos 
porque te has muerto para siempre. 

Porque te has muerto para siempre, 
como todos los muertos de la Tierra, 
como todos los muertos que se olvidan 
en un montón de perros apagados. 

No te conoce nadie. No. Pero yo te canto. 
Yo canto para luego tu perfil y tu gracia. 
La madurez insigne de tu conocimiento. 
Tu apetencia de muerte y el gusto de su boca. 

La tristeza que tuvo tu valiente alegría. 
Tardará mucho tiempo en nacer, si es que nace, 
un andaluz tan claro, tan rico de aventura. 
Yo canto su elegancia con palabras que gimen 
y recuerdo una brisa triste por los olivos.

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